jueves, 4 de septiembre de 2008

Elogio póstumo

Cuando tengo algo lindo que decir de alguien me siento una pesada si lo digo, y aparte siento que no me creen. Entonces espero a tener más intimidad con esa persona, pero muchas veces pasa que ese momento no llega nunca. Y si tengo confianza y por fin lo digo, igual siento que no me creen. A mí también me cuesta creer las cosas buenas que me dicen a mí sobre mí misma, quizás ese sea el verdadero problema. Pero lo importante es: cuando me muera quiero que todos les digan a todos todo lo que yo haya dicho sobre cada uno a sus espaldas. Se van a sorprender para bien.

_