Lo que yo digo que son los blogs

La gente que espera grandes cosas de este tipo de bitácoras es en realidad muy tonta. Muchos suponen, armando un pseudo ideario de improcedentes parámetros blogueriles, que se debe transmitir información "útil", "importante", o "de interés general" a través de este medio. Yo les digo que hay fuentes mil veces más funcionales a su necesidad de andar informados. No hay por qué confiar en ninguna aseveración de tipo esencial u objetivo espetada por el anónimo dueño de un blog, y antes de tener en cuenta la opinión de este anónimo dueño de un blog acerca de un hecho trascendente, sería bueno que estudiaran algo, agarraran un libro, leyeran el diario, empezaran un CBC, vieran el noticiero de Andino, y otras cosas así que los ayudaran a forjar sus propias opiniones. Una vez que esto ocurra verán que existen individuos de gran relevancia cuyos puntos de vista merecen ser tenidos en cuenta mucho más que los de cualquier blogger. Y que si alguien tiene realmente algo importante que decir seguramente pueda transmitirlo a través de algún medio más oportuno que un blog. Y si no puede o no tiene ganas de hacerlo y se rinde ante las cibernéticas huestes, estaremos contentos de leerlo, pero será uno en un millón. Y si no tiene nada importante que decir, será mejor para nosotros seguir de charlas de café con nuestros amigos o discutiendo de política en la mesa con padres y abuelos que leerlo que opina un insulso desconocido acerca de la inflación o de la dinastía K.
Es muy simple: un blog NECESARIAMENTE debe ser un compilado de flashes de la vida cotidiana. Cada cosa tiene su espacio, y si el espacio del arte y la intelectualidad es sucedido por .blogspot.com, algo estamos haciendo mal. Un blog debería estar para que el autor juegue a ser el amigo íntimo de un montón de personas que no lo conocerán nunca. El lector de ahí en más le asignará cara, cuerpo, color de pelo, voz y forma de vestir a ese cálido extraño que todos los días tiene algo para contarle. Esa es la magia de su relación y nada más hace falta.