domingo, 10 de febrero de 2008

Ingenua y encima medio maniquea

Si me subo a un taxi y del asiento del conductor cuelga ese papel amarillo con sus datos y foto, me siento como si manejara mi papá. En cambio si no lo tiene empiezo a flashear que estoy en manos de un criminal en potencia y que mi vida pende de un hilo, y no paro de darle indicaciones de por dónde agarrar y dónde doblar. No me distraigo ni atendiendo el teléfono. Ni hablar de ponerme a leer y menos que menos sacar fotos, a quién denuncio si me roban la cámara?

2 comentarios:

casandra dijo...

buenisimo.
yo lo mismo, lo de ingenua no se quita con los años...

Marie dijo...

yo tambien
asi el del cartelito sea un 504 destartalado y el conductor sea una copia de La Garza Sosa, si tiene, tranquila... que ridiculez

_