sábado, 10 de noviembre de 2007

Piropo ultracatólico

Todos sabemos que a las mujeres nos basta con tener más de trece años y vestir algo distinto de una bolsa de arpillera para cosechar elogios entre cualquier macho que nos cruce en la vía pública (lo cual nos hace sentir hermosas aunque venga de un ciruja obeso con olor a Uvita), así que este post no es para pavonearme. Sólo quería compartir el piropo que largó un cuarentón de traje medio pelado a sus compañeros de mesa ídem cuando ingresé ayer al mediodía a un restaurante de Congreso:
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo! Ten piedad de nosotros!
Raro, no?

_