Avatares del salpicón de ave

Resulta que como en mi trabajo no hay heladera ni microondas ni delivery ni rotiserías ni un pito, tengo que almorzar en el patio de comidas del Carrefour del Paseo Alcorta por $7 aproximadamente, por lo menos hasta que se me ocurra una comida que aguante cinco horas en un tupper sin convertirse en un nido de moscas. Hay que sacar número y hacer cola para que te sirvan la comida, después hacer cola para pagar y finalmente hacer cola para calentar la comida en el microondas del año ñaupa, cosa que hice sólo el primer día, ahora como todo frío porque pierdo tiempo y no calienta un carajo. Todo esto para transcribir el diálogo que tuve con una vieja loca de Barrio Parque que vio que mi tapado de telar blanco y negro estaba un poco deshilachado y me lo entró a toquetear mientras decía:

-A mi nieta también le pasó esto! (??)
-??
-Mi nieta tiene el mismo tapado y le pasó lo mismo!
-Ah, sí, porque es telar, suele pasar.
-Sí, pero es una lástima porque es hermoso!!
-Sí (la vieja me seguía toqueteando el hilo que colgaba!!!!!!!)
-Ahora que me acuerdo mi nieta me dijo que no era de ella! Que era prestado! No se lo habrás prestado vos??
-No, no lo presto.... (cara de culo al cuadrado)
-(me interrumpe!!) Era igual a este, puede ser que se lo prestaste vos!! Mi nieta se llama...
-(ahora te interrumpo yo vieja demente, mientras te hago sacar tu mugrosa mano de mí) Señora, nunca se lo presté a nadie, este tapado NO SE TOCA.

Y me fui a comer mi salpicón de ave escrachado después de quince días de freezer, bien lejos de cualquier cerdo chiflado que me pudiera estorbar.