miércoles, 12 de septiembre de 2007

Otra! Otra!

Ayer volví a ser testigo de un hecho bizarro que involucraba frutas. Estaba comprando una pera en una verdulería atendida por una familia peruana, cuando en un momento veo un pequeño pero expansivo FUEGO a mi derecha. Miro, y resulta que papá peruano había PRENDIDO FUEGO con un encendedor una pila de papelitos, así, como si nada. Nena peruana pega grititos pueriles mientras sopla para apagar la llama y como no puede, pisa los papeles encendidos a medida que van cayendo al suelo. Nadie hace nada, sólo escucho que mamá dice "ahí había cuentas" (?) sin inmutarse. No reaccionan ante la boludez que hizo papá ni a la preocupación de nena (de unos ocho años), sólo miran mientras papá se ríe un poco. Nena sigue tratando de combatir la llama, asustada, pero a su vez entretenida con la tarea. Después de unos segundos, cuando nena ya hubo apagado el fuego solita, mamá dice muy seria: qué loco eres, mario, y todo termina ahí y yo pago y me voy. Hasta entonces no había podido, ni pagar ni irme, porque todos estaban ocupados mirando el fuego.

_