lunes, 10 de septiembre de 2007

Resentida

Cuando sale el tema "anécdotas del secundario" nunca sé qué contar. Me limito a quedarme callada a un costado, maldiciendo a mis padres por haberme mandado a colegios tan aburridos. Lo único gracioso que me acuerdo de todo el secundario es que cuando el profesor más salame de todos se sentaba en el escritorio unos chicos iban a hacerle preguntas con una cartuchera falo-shaped metida adentro del pantalón, cosa que quedara a la altura de la cara del tipo, que cuando giraba la cabeza se llevaba, ja!, una linda sorpresa. Ja ja, qué gracioso viste? Laputaqueteparió.

_