sábado, 21 de julio de 2007

La no-culpa

Yo tapo el vacío principalmente con ropa, dulces, lectura y trabajos de todo tipo. En forma absolutamente consciente. Muchos psicólogos no dan a conocer su diagnóstico a los pacientes porque después éstos se guaridan en su enfermedad profesionalmente avalada: "soy esquizo, no tengo arreglo" y así ejercen impunemente los síntomas sin tratar de revertirlo. Supe que hoy tenía más agujeros que tapar que muchos otros días por lo que acabo de comerme el equivalente a, digamos, $6 en golosinas; a razón de $1.50 por producto hagamos cuentas. No saboreaba ni disfrutaba ni nada, sólo engañaba la percepción unos minutos y a punto de reventar mi estómago me decía cada vez que abría un nuevo paquete: son los vacíos.

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