viernes, 18 de mayo de 2007

Con el pan y con la torta

Camino al Colón para tomarme la combi que me deja en lo de mi abuela en Adrogué (no iba a ser para escuchar Aida putos -??-) decido comprarme una revi así digestiva para leer en el viaje, pero con total alevosía, con verdaderas ganas de comerme una revista con muchas fotos de famosas y hollywood y red carpets y trapos carísimos, o araceli gonzalez en el peor de los casos. Elijo la Cosmo Style, me deshago ante las propuestas: la estrategia fashion de dolores fonzi para ser única, 4 reglas de la moda para que adaptes a tu imagen y Sentite bien con (todo) (sic) tu cuerpo. Me hace dudar que estén en letras tan grandes la gym para lucir tu jean y el make up extremo, no me interesan, porque tengo piel de durazno, mirada enigmática y una boca ardiente, ni hablar de mis pompis rutilantes y mis espigadas y lampiñas por naturaleza piernas. Pero así y todo decido pagarla, hasta que... por qué traicionar a nuestra amiga la Cosmo común, la de siempre, cuyos consejos de posiciones y fellatios y ropa interior fetish y por dónde pasarle un hielo a tu chico y como acariciar su perineo nos volaban la cabeza cuando la leíamos en grupete en los recreos y ni siquiera nos habían tocado una teta? Me ví en una encrucijada. Tenía que elegir: o sexo, o moda. Y la verdad que haciendo cálculos el sexo viene re copado pero todavía no me armé el placard de invierno así que dame la Style carajo y acá tenés tus 6.50. De todos modos cuando la abuela (al tanto de mis hábitos viajeros que tanto me hacen doler la cabeza cuando piso tierra firme) me pregunta qué venías leyendo en el viaje la saqué para dársela, pero vi la tapa una vez más cuando la tenía todavía en la mano: se ve que no había tenido muy en cuenta "La nueva prenda fetiche para el sexo -sorprendelo-" ni "Look & Sex Appeal" ("sex" bien grande), pero las vi en el momento y me dio cosita y le dije "la cosmo", la agité hecha un rollo y la volví a guardar.

Nota al pie: "Con el amigo alzado, atale un pañuelito en el escroto (justo donde nacen sus gemelos)". Extraído de la nota sobre la prenda fetiche para el sexo sorprendelo que resultó ser un pañuelín, de yapa para las indecisas.

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