viernes, 25 de mayo de 2007

Decido hojear libro nuevo durante las primeras cuadras hasta entrar en sintonía con el viaje en combi, pero cuando me doy cuenta estaba en puente turdera con medio libro leído y un mareo padre. Largo el libro, abro la ventana y me saco la bufanda, ejecutivo cincuentón sentado al lado protesta y le pido disculpas pero "si no abro la ventana te vomito encima", digo con extrema amabilidad al margen de la bizarrez escatológica, logrando que el tipo vaya a saber por qué se cambie de asiento. Me dio cosa, pero me la agendo como ahuyentaforros para otra ocasión (de nada).

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