viernes, 1 de junio de 2007

Esta es una de esas anécdotas que sólo están buenas si las cuenta un tercero, si las contás vos queda como que querés llamar la atención o incluso como que las inventaste. Pero bueno, lo quería compartir: hoy usé el inalámbrico a la mañana, corté, después quise hablar de nuevo y lo busqué por toda la casa, como no parecía abandoné la búsqueda y dos horas después lo encontré adentro de la heladera.

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